Cualquier diseñador de un criadero, centro de acogida, o residencia para perros se enfrenta a un problema cuando tiene que elegir un suelo para las perreras y, sobre todo, para los parques de esparcimiento. El ideal es un suelo que aporte habitabilidad, es decir, que tenga aislamiento térmico y acústico y que aporte salubridad.

A todas las explotaciones ganaderas se les exige un estercolero como fase intermedia antes de la eliminación definitiva de los residuos sólidos de sus animales. El problema de la eliminación de residuos se va a ir haciendo más complicado conforme pase el tiempo, debido a las normas medioambientales existentes y por llegar. En la zona norte la incidencia del problema es menor, porque el estiércol se utiliza normalmente en la agricultura, pero en el resto de España no se usa tanto. Hace años, cuando las camas de los caballos eran casi exclusivamente de paja, había una demanda constante de los productores de champignon que pagaban por llevarse el estiércol, sobre todo si la cantidad era considerable. Actualmente, con la generalización del uso de viruta de madera en las camas, ese interés ha decrecido enormemente.