CONSEJOS PARA ELEGIR ESQUILADORA PARA CABALLOS

El esquilado solo es necesario en los caballos que trabajan. Un caballo suelto en el prado necesita su pelo para protegerse del frío y la naturaleza regula perfectamente cuando soltar pelo y cuando acumularlo. Un caballo que trabaja o entrena sudará mucho si tiene el pelo de invierno, será difícil limpiarlo, sudará en exceso, no se secará fácilmente y debido a ello será propenso a catarros.

En general podemos afirmar que los caballos de pura raza tienen menos pelo que los que no lo son. Los purasangre suelen tener piel fina, por eso vemos esquilados donde la zona de la montura y las extremidades no se esquilan. El pelo de verano suele caerse en otoño, por ello lo normal es esquilar cuando empieza el frío, en Octubre o Noviembre, dependiendo de la climatología. Tras este primer esquilado otoñal es muy posible que haya que repetirlo alrededor de mes y medio más tarde, aunque en invierno el pelo nace más lentamente. Si el esquilado incluye extremidades, tras la duchas es importante secar muy bien éstas, para evitar que aparezcan los arestines, tremendamente dolorosos.

¿Qué tipo de esquiladora elegir?

La elección de la máquina de esquilar depende del número de caballos y del tipo de esquilado que solemos hacer. Una máquina ligera es totalmente aconsejable para una cuadra donde se esquilan dos, tres caballos por temporada, pero desaconsejable para esquilados de caballos que vengan del prado con pelos largos, barro, suciedad, grasa… o instalaciones con muchos caballos, donde sería aconsejable una máquina más potente y pesada. En una cuadra grande lo inteligente es tener al menos dos máquinas, de forma que siempre haya una totalmente operativa. Desde luego su correcta utilización y mantenimiento harán que la inversión sea rentable.

La oferta comercial de máquinas es amplísima. Encontraremos máquinas de muy reducido tamaño que funcionan a pilas y de un uso muy reducido, ya que solo sirven para arreglar zonas muy puntuales de la cabeza por ejemplo. Aunque son muy baratas, no son una inversión interesante, tienen el problema de que, en cuanto las pilas empiezan a fallar y duran muy poco, ya no cortan bien y empiezan a dar tirones al pelo, lo que es totalmente desaconsejable. Existe una amplia variedad de máquinas algo más grandes que son autónomas, esquiladoras con baterías, sin cable. Estas máquinas son muy útiles con animales nerviosos o potros, porque hacen muy poco ruido y son muy ligeras, lo que facilita el trabajo con ellas. Su uso principal es el corte de crines, colas y ocasionalmente un caballo al completo. El siguiente nivel son máquinas algo ya más pesadas: esquiladoras que funcionan con cable. Son máquinas todavía no profesionales, con potencia media, algo más de ruido, pero cuyo uso es fácil y su adquisición totalmente aconsejable. Finalmente, están las máquinas profesionales de mucha mayor potencia y coste que, como su nombre indica, están fabricadas para una gran carga de trabajo.

Consejos para esquilar correctamente

Para lograr un esquilado rápido, que estrese lo menos posible al animal y bien hecho, hay que tener en cuenta algunas circunstancias previas respecto del animal y de la máquina. El animal que vamos a esquilar debe estar bien limpio, sin zonas húmedas, exceso de grasa en el pelo o barro. Empezaremos por las zonas menos sensibles como las espaldas y situando las cuchillas lo más planas posibles, para evitar cortes. Siempre es mejor dar varias pasadas que atascar la máquina si el pelo es muy espeso. Respecto a la máquina : elegir la máquina adecuada al uso que vamos a darle, buscar marcas conocidas que tengan detrás un buen servicio técnico y repuestos; no adquirir máquinas de segunda mano de dudoso mantenimiento y estado; adquirir un par de cuchillas mínimo, si no son nuevas verificar que la cuchillas están afiladas; aplicar limpiador de cuchillas (Blade wash) antes de empezar a esquilar y en cuanto notemos que la máquina baja el rendimiento. Antes de empezar, porque si las cuchillas son nuevas, vienen protegidas con un barniz que hemos de hacer desaparecer. Cuando notemos que la máquina pierde efectividad, porque la grasa del pelo y la suciedad están dificultando el funcionamiento del peine. No hace falta dejar de esquilar, ni parar la máquina, simplemente se rocía con el spray la cuchilla, ésta se limpia y podemos continuar. Si el rendimiento no es el adecuado, no apretar la mariposa o rueda superior indiscriminadamente, esa no es la causa y podremos romper la horquilla. Usar Blade wash, o cambiar la cuchilla.

Una vez terminada la faena, limpiaremos a fondo la máquina de acuerdo con las instrucciones de manejo y la engrasaremos sin excesos para que esté en perfectas condiciones para el próximo esquilado. Las cuchillas utilizadas, lo mejor es enviarlas a afilar. Generalmente los proveedores de esquiladoras dan este servicio.

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