JAIME:
Estimados amigos de LUPA : recientemente he adquirido, no a ustedes, una partida de madera tratada y la hemos recibido en un estado a mi juicio lamentable. El color no es uniforme, muchos postes vienen rajados con grietas bastante grandes, el tratamiento no llega hasta el centro de los postes solo penetra un par de milímetros, bastantes postes presentan un color grisáceo y otros tienen pequeños cristales de color… dicho claramente, me han estafado ?
Hasta el momento solo he realizado en Lupa pequeñas compras, precisamente abrazaderas y tornillería para instalar este vallado y otros productos, habiendo tenido claridad y agilidad en la respuesta y un servicio eficaz, de ahí que me atreva a lanzarles la pregunta anterior.
Espero su respuesta.
Jaime
Estimado Jaime : intentaremos contestar su consulta y, para conocimiento general, nos vamos a extender un poco explicando algunas generalidades sobre la madera tratada y algunas circunstancias que afectan a los productos fabricados con madera, algunos de ellos inevitables, por la materia prima de que estamos hablando.
En general, cuando hablamos de madera tratada, nos estamos refiriendo a la madera que es introducida en autoclave y sometida a un proceso de vacío (para sacar la humedad) – presión (para introducir el tratamiento) - vacío (una segunda vez), con el fin de protegerla de hongos, parásitos y putrefacción para su uso en interiores y, sobre todo, al exterior. Si nos referimos a vallados de fincas ganaderas, los tratamientos más habituales se realizan con creosota, que es un tratamiento autorizado por la Ley europea para su uso en traviesas para ferrocarriles, postes para tendido eléctrico, puertos de mar y fines agrícolas (vallados y tutores) que da a la madera un color marrón oscuro. También está muy extendido el tratamiento con Tanalith (tanalizado) que es una mezcla de sales minerales que da a la madera un color verdoso.
Las maderas más usadas para confeccionar vallados son el pino y la picea (abeto) por su estructura favorable a recibir tratamiento. En lo tocante a caballos y si se trata de cercados donde estén en libertad, es preferible el uso de madera creosotada, de color marrón, ya que la creosota es un derivado del petróleo cuyo olor y sabor les desagrada y no suelen roerlo. El tanalizado, es un tratamiento a base de sales minerales de color verdoso, más interesante para fincas de caza, usos urbanos, pistas, delimitaciones, tutores de plantas, etc. Si se quiere usar para prados o paddocks es conveniente protegerlo con pastor eléctrico, porque al estar salado, los caballos lo roerán.
Conforme a la norma UNE-EN 335 de 2013, dependiendo del riesgo o uso a que se destina, la madera tratada se clasifica como de clase I, II, III, IV ó V, su proveedor de madera debió mencionar que clase de tratamiento tiene la madera entregada. La clasificación responde a :
- Riesgo I : madera bajo cubierta protegida de la intemperie.
- Riesgo II : madera bajo cubierta protegida de la intemperie, con posibilidad de ocasional de humedad ambiental elevada.
- Riesgo III : madera situada al descubierto de humidificación frecuente, pero no en contacto con el suelo.
- Riesgo IV : madera en contacto con el suelo o agua dulce.
- Riesgo V : madera en contacto permanente con agua salada.
Dicho esto, vamos a intentar responder a las otras cuestiones. La mención de la clase de tratamiento, nos puede orientar sobre la intensidad del mismo, aunque existen otras mediciones como la cantidad de producto por cm2. En todo caso, la penetración del producto en el interior del poste depende del grosor de éste, de la humedad que tuviera al introducirlo en el autoclave, del modelo de autoclave y tipo de producto… es casi imposible que un poste tenga el 100% de su espesor impregnado. Basta con 3-4mm de penetración para considerar que está protegido.
La madera es un producto que está vivo aunque el árbol haya sido cortado, troceado mecánicamente y tratado. Si la madera está almacenada al exterior (habitual en la madera tratada) y posteriormente la instalamos expuesta a los agentes climatológicos, puede sufrir cambios de volumen y alteraciones que generalmente son superficiales, no afectan a sus propiedades mecánicas, pero desde luego sí a su aspecto. Las diferencias bruscas de temperatura y humedad pueden producir acebolladuras, grietas, alabeos y curvaturas. Estos procesos son más comunes en el centro de la península, donde lo que se denomina el clima continental español, es más extremo en sus cambios de humedad.
Las grietas o fendas aparecen principalmente por culpa de los cambios de humedad. Se abren en clima seco y tienden a cerrarse cuando hay más humedad. Su presencia no compromete la solidez de las maderas concernidas.
La radiación solar produce fotodegradación es decir, pérdida y cambios de color. El color gris es sinónimo de que esa madera lleva tiempo expuesta al sol (foto cabecera de este artículo). En principio la aparición de este color gris no compromete la durabilidad de las maderas afectadas, el efecto del tratamiento seguramente permanecerá, aunque es posible una degradación. Distinto es que los postes tengan distintas intensidades de color o tinte, eso tiene como causa el color del propio poste antes de tratarlo y la exposición al tratamiento, no siempre homogénea según la situación del poste en la vagoneta.
Las secreciones de resina son un fenómeno natural que se produce en la superficie de los resinosos al momento del secado o tras un periodo de calor intenso. Estas secreciones pueden ser fácilmente raspadas con una espátula o limpiadas con esencia de trementina. Una variante son las cristalizaciones verdes o azules que aparecen en las maderas tratadas en autoclave. Son también gotas de resina que salen a la superficie. Esos cristales desaparecen generalmente de manera espontanea tras un tiempo de la utilización de la madera. Pueden eliminarse no obstante con un ligero cepillado. No se trata de una afección de la madera que perjudique su estado.
Finalmente, hablaremos de los hongos en la superficie. Pueden aparecer de manera puntual en las maderas tratadas almacenadas en una atmosfera fría y húmeda. En general, estos hongos desaparecen cuando la madera es utilizada y expuesta al sol, lluvia y viento. Se pueden eliminar con un ligero cepillado cuando las manchas están secas. Si se trata de una presencia superficial, no hay riesgo respecto a la durabilidad.
Esperamos haberle sido de ayuda.