Los incendios no sólo ocurren a los demás

Los incendios no sólo ocurren a los demás

La construcción de estructuras con materiales inflamables y sobre todo la presencia de paja, viruta y heno junto a otros combustibles en las cuadras, hace a éstas un lugar ideal para la propagación de un incendio.

Realmente es difícil evitar que un incendio se propague y sin embargo reducir el riesgo de incendio de forma drástica es totalmente alcanzable siguiendo unas pautas lógicas en la concepción y mantenimiento de instalaciones. Vamos a trasladar aquí unos consejos básicos :

1º El riesgo más importante reside en el almacén de cama y forraje, razón por la que su construcción debe planearse separada del resto de las instalaciones. Recomendamos hacerlo abierto por su parte frontal para poder visualizar la totalidad del mismo y poder acceder a separar materiales haciendo un cortafuegos y salvando parte de lo almacenado con el menor riesgo y, de fácil acceso para descarga y para los vehículos de socorro. La instalación de detectores de humos está totalmente justificada.

2º Evitar el almacenamiento del forraje y camas en los pasillos de las cuadras. Esta mala práctica habitual incrementa el riesgo de los incendios mas comunes : colillas y cortocircuitos.

3º Es imperativo prohibir fumar en los establos y almacenes.

4º Encargar las instalaciones eléctricas a profesionales cualificados, que las realicen con materiales de protección para los ataques de los roedores.

5º Existencia de material de primera intervención (extintores) correctamente mantenidos y tomas de agua. Haciendo válido el dicho : « basta un vaso de agua el primer minuto, un cubo el segundo y un tonel el tercero para apagar un incendio. »

6º Las reglamentaciones de incendios suelen planificar la evacuación de las personas, no la de los animales. De ahí la importancia de contar con la colaboración de una empresa especializada experimentada para la planificación y construcción de las instalaciones ecuestres.