El 26 de octubre de 2016 escribíamos un artículo relacionado con la aparición en el mercado el año anterior de los clavos para herrar recubiertos de cobre y que estaban siendo comercializados por Lupa en España. Cada vez que un herrador coloca clavos en los cascos de un caballo se daña inevitablemente el material córneo. Puesto que los clavos tradicionales tienden a oxidarse, esto perjudica aún más la pared del casco. La utilización de clavos para herrar Liberty Cu son un hecho consumado. Con un recubrimiento especial de cobre, mineral que tiene efectos antibacterianos, ha supuesto un importante paso dentro del mundo del herraje, logrando unos cascos más saludables. El recubrimiento de cobre no se desgasta, por lo que la protección dura todo el ciclo de herraje. Además, son extra lisos y afilados, por lo que se produce un menor daño en el interior del casco y menos astillado en el exterior.
Existía un precedente en la utilización del cobre en caballos desde que en el año 2006 empezó a comercializarse mundialmente Equi-Pack CS, una almohadilla plantar flexible para la absorción de impactos y protección de la suela, que incorporaba sulfato de cobre que va liberándose poco a poco evitando o curando las infecciones y podredumbre de la ranilla. Hoy día sigue comercializándose con éxito.
Diferentes empresas principalmente norteamericanas y chilenas ( Chile es un gran productor de cobre) han seguido investigando la acción beneficiosa del cobre sobre los caballos y en un proceso lógico, de los clavos han pasado a las herraduras, que ya se están comercializando. El cobre es naturalmente antibacteriano y antifúngico y mata bacterias por contacto directo. Las herraduras aprobadas por la EPA tienen una efectividad del 99,9% contra las bacterias que entran en contacto con ellas. Pero algunos estudios han demostrado que las bacterias también mueren mediante un proceso de reacción galvánica entre dos metales diferentes, la herradura de cobre y los clavos de acero. La reacción galvánica genera sales de cobre que se filtran hacia la suela del casco y crean un ambiente inhóspito para que vivan bacterias y hongos. Debido a la reacción galvánica entre el cobre y el acero, los herradores en EE.UU. y Chile prefieren usar clavos de acero con las herraduras de cobre.
La Ley de acción y reacción (3ª Ley de Newton) dice que si un objeto A ejerce una fuerza F contra un objeto B, el objeto B ejerce la misma fuerza F contra el A. A este respecto, estudios de la Universidad de Santiago de Chile (USACH) muestran que al utilizar herraduras de aleación de cobre, la fuerza de reacción disminuye en un 8,56%. Esto significa que las herraduras de cobre tienen mayor absorción de impacto, transmitiendo menos fuerza y potencia a través de la extremidad del caballo, disminuyendo el impacto en los huesos, ligamentos, articulaciones y tendones en comparación con las herraduras de acero.
Las herraduras de aleación de cobre que hemos tenido ocasión de ver se pueden trabajar en frío o en caliente. Aunque el cobre es un material blando, asegura el fabricante que estas herraduras contienen aproximadamente un 84% de una aleación de cobre junto con otros 5 metales y que su durabilidad es mayor que las de acero. En caliente requieren menos tiempo y temperatura en el horno (temperatura máxima de 450 ° C), hay que trabajarlas como las herraduras de aluminio.
Las herraduras de cobre son idóneas para cualquier caballo que tenga problemas resultantes de infecciones bacterianas o fúngicas, o que pueda beneficiarse de minimizar el impacto en sus extremidades como los caballos de raid. Se ha demostrado que caballos de raid que las han usado en diferentes pruebas, han mostrado mejoras considerables en sus tiempos de carrera en comparación con el uso de herraduras de acero y después de las pruebas tienen poca o ninguna hinchazón en sus patas y menor dolor.
Por el momento, el último producto que incluye un 100% de cobre que hemos visto comercializado es una rasqueta. Dicen los que lo han desarrollado que además de cumplir perfectamente con las funciones tradicionales para eliminar suciedad y polvo, mientras se usa libera sales de cobre que benefician a la piel y aporta la ventaja de que se puede utilizar sin contaminación cruzada entre caballos.
Seguramente pronto veremos las herraduras y rasquetas de cobre en España