No paramos de leer y escuchar por doquier sobre la crisis económica y también como afecta ésta al mundo del caballo. Está en boca de todos y en las publicaciones técnicas : los caballos son una ruina, criar no es rentable, nuestras estructuras son obsoletas, los métodos de comercialización no son adecuados, se vende poco y barato, se están dejando las yeguas vacías para no incrementar el número de animales, se cierran explotaciones, ha disminuido el número de propietarios de caballos y el número de animales, todos los clubs tienen boxes vacíos, los impagos de pupilajes están a la orden del día, se sueltan animales en parcelas sin los cuidados mínimos y son riesgo máximo para ellos y para los circundantes, las protectoras de animales están a tope...
Aceptando que en todo grupo social y económico hay unos pocos que dominan la situación, trazan el camino, saben sacar provecho y constituyen el subgrupo que podríamos denominar "profesional", que convive con otros muchos que también agrandan ese mundo, lo completan, se relacionan social y económicamente entre ellos y con los primeros, constituyendo el subgrupo mucho más numeroso de los "aficionados" o los clientes si vds. quieren. Entendiendo que los “aficionados” somos necesarios e imprescindibles para que los "profesionales" puedan tener provecho, porque esos "profesionales" que conocen la historia, que saben detectar las señales, no dieron la voz de alarma ? ¿Será que en el mundo del caballo no interesa la planificación, no se siguen pautas lógicas, no preocupa el futuro y se busca el beneficio inmediato porque todo el mundo "toca de oído" ? O peor, ¿ será que el futuro de "los más" no importa mientras los menos, más avezados, sobrevivan ? Los hechos son tozudos y lo más preocupante a mi modo de ver es que poco leo y nada oigo sobre que los organismos oficiales competentes, federaciones, asociaciones de criadores e instituciones de mayor o menor peso del mundo del caballo propicien ese cambio en los métodos y estructuras que nos prepararía para un futuro mejor. Si no aprovechamos el momento psicológico de la crisis para intentar reconducir la situación, ¿ que garantía tenemos de que se haga cuando la crisis desaparezca ? Es seguro que aquellos ganaderos, propietarios y aficionados a los que la crisis agobia algo estarán haciendo, ¿ pero será en la línea correcta ?